La castración es una cirugía común en perros machos y hembras. Esta cirugía elimina los órganos reproductores del animal y se suele hacer para prevenir el aumento de población de perros no deseados, reducir el riesgo de ciertas enfermedades y cambiar el comportamiento del animal.
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¿Cuál es el mejor momento para castrar a un perro?
La respuesta a esta pregunta depende de varios factores, incluyendo la raza del perro, su tamaño y peso, su salud general y su comportamiento. En general, se recomienda que los perros sean castrados antes de que lleguen a la pubertad, para reducir el riesgo de ciertas enfermedades y prevenir el comportamiento de marcaje territorial.
Castración en machos
En los perros machos, la castración se lleva a cabo en la mayoría de los casos entre los 6 y 12 meses de edad. Este es el momento en el que el perro comienza a mostrar signos de madurez sexual y, por lo tanto, se puede prevenir el comportamiento territorial y agresivo. También se ha demostrado que los perros castrados tienen un menor riesgo de desarrollar cáncer de próstata y testículos, más adelante en la vida.
Sin embargo, algunos expertos en salud canina creen que la castración en un perro macho debe hacerse cuando el perro tiene al menos un año de edad. Argumentan que los perros que son castrados demasiado jóvenes pueden tener problemas de crecimiento y desarrollo, y aumentar el riesgo de sufrir ciertas enfermedades, incluyendo el cáncer de huesos y las enfermedades del corazón.

Castración en hembras
En las perras, la castración se hace a menudo cuando la perra tiene entre 6 y 12 meses de edad. Lo mismo que en los machos, este es el momento cuando la perra comienza a mostrar signos de madurez sexual y puede comenzar a experimentar celos. La castración temprana en las hembras puede prevenir el embarazo no deseado y reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama y otras enfermedades reproductivas en el futuro.
Al igual que con los perros machos, algunos expertos creen que la castración temprana en una perra puede aumentar el riesgo de ciertas enfermedades más adelante en la vida, incluyendo la incontinencia urinaria y el síndrome urológico felino.
Cambios en el comportamiento después de la castración
Además de prevenir ciertas enfermedades, la castración también puede cambiar el comportamiento de un perro. En los machos, puede reducir el comportamiento territorial y agresivo, y también disminuir la frecuencia de marcaje con orina. En las hembras, puede reducir los celos y el comportamiento sexual. En general, los perros castrados tienden a ser más tranquilos y menos propensos a vagar o pelear con otros perros.
Riesgos asociados con la castración
Como con cualquier cirugía, la castración conlleva ciertos riesgos. Algunos de los posibles efectos secundarios de la castración incluyen infección, sangrado excesivo, reacción a la anestesia y problemas de cicatrización. Además, algunos perros pueden tener problemas de salud a largo plazo, como una mayor propensión a la obesidad o enfermedades del sistema urinario.
Cuándo no castrar a un perro
Hay algunos casos en los que la castración puede no ser recomendable. Si un perro tiene una enfermedad de salud preexistente, como problemas cardíacos, enfermedad renal o diabetes, la cirugía puede ser peligrosa y debe evitarse. Los perros mayores también pueden tener problemas de salud que hacen que la cirugía de castración sea demasiado riesgosa.
Nota final
Aunque la castración es una cirugía común en perros, su momento óptimo depende de muchos factores diferentes. Los propietarios deben discutir los detalles específicos de la cirugía con su veterinario antes de tomar la decisión de realizarla. En general, se cree que la castración temprana en los perros es beneficioso para prevenir ciertas enfermedades y problemas de comportamiento, pero hay algunas situaciones en las que la cirugía puede no ser recomendable. Siempre es importante tomar en cuenta todas las opciones disponibles y tomar la mejor decisión para el perro.