Los perros son animales maravillosos que llenan de alegría y amor nuestros hogares. Nos encanta tenerlos cerca y cuidarlos con esmero, pero en ocasiones surgen problemas de salud que nos preocupan e incluso nos asustan. Uno de estos problemas es el sialocele o mucocele en los perros. En este artículo te explicaremos qué es un sialocele, sus causas, síntomas y el tratamiento adecuado para solucionar este problema de salud que afecta a nuestros queridos peludos.
Índice de contenidos
¿Qué es un sialocele o mucocele en perros?
El sialocele en los perros, también conocido como mucocele, es una acumulación de saliva que se forma debajo de la piel. En el lugar en que se encuentra el mucocele, aparecerá una protuberancia que crece con el tiempo a medida que se acumula la saliva. Aunque la protuberancia puede aparecer en cualquier lugar de la cabeza o del cuello del perro, es más común que se forme debajo de la lengua, en el labio inferior o en las mejillas. También puede aparecer en la zona del paladar blando y la garganta, en un lugar donde la saliva no fluye adecuadamente.
Causas de la formación del sialocele en perros
La causa más común de la formación de un sialocele es una lesión en las glándulas salivales, que impiden que la saliva fluya adecuadamente. Esto provoca que la saliva se acumule en los conductos y, finalmente, genere una bolsa de líquido debajo de la piel que se engrosa con el tiempo. Otras causas pueden ser la ingestión de objetos extraños que dañan el sistema salival de los perros, inflamación crónica en las glándulas salivales y enfermedades bucales como la gingivitis.
Síntomas del sialocele en perros
El principal síntoma del sialocele en perros es la formación de un bulto debajo de la piel del animal. La forma del bulto puede variar según la ubicación del sialocele. En algunos casos, el bulto es redondo y suave al tacto, mientras que en otros casos puede ser irregular y duro. El tamaño del bulto también puede variar, desde un pequeño nódulo hasta una protuberancia grande y voluminosa. Otros síntomas que pueden aparecer son: excesiva saliva, babeo, mal aliento, dificultad para tragar y la aparición de placas y sarro en los dientes.
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El tratamiento del sialocele en perros suele ser quirúrgico. El veterinario realizará una evaluación de la lesión para determinar el tipo de intervención que se debe realizar. En algunos casos, puede ser suficiente realizar una pequeña incisión en la piel para drenar el contenido del sialocele. Después de la intervención, se administra un tratamiento a base de antibióticos y antiinflamatorios para prevenir posibles infecciones coexistentes.
En otros casos, la eliminación del sialocele implica la extirpación completa de la glándula salival. Esta intervención es más invasiva, pero en general es más efectiva y previene la aparición de nuevos sialoceles en el futuro. El veterinario también puede prestar atención a la nutrición del animal, recomendando una dieta que no afecte a la salud bucal del perro y que favorezca su proceso de recuperación.
Prevención del sialocele en perros
La prevención del sialocele en perros pasa por mantener una buena higiene bucal en el animal. Para ello, es imprescindible cepillar los dientes de los perros al menos dos veces por semana y llevarlos a revisiones periódicas con el veterinario para que examine su dentadura y evalúe la salud bucal del perro. Del mismo modo, es importante que el cuidador evite dar alimentos que sean peligrosos para el animal y que puedan causar heridas en la boca que favorezcan la formación de esta lesión.
Nota final
El sialocele en perros es una afección relativamente común que puede aparecer en cualquier momento de la vida del perro. Se manifiesta a través de la formación de una protuberancia debajo de la piel que resulta ser una acumulación de saliva o mucus. Los principales síntomas del sialocele son la aparición del bulto y signos de enfermedad dental. Afortunadamente, la mayoría de los casos de sialocele en perros se pueden tratar mediante cirugía. Si notas cualquier cambio en el cuerpo o el comportamiento de tu perro, acudir al veterinario es siempre la mejor opción para detectar cualquier problema de salud en una fase inicial y recibir el tratamiento necesario.