Si eres dueño o dueña de un gato, es probable que hayas escuchado ese ruido tan característico y un poco extraño que emiten sus tripas. Pero, ¿por qué suceden los ruidos estomacales en los felinos? En este artículo, te contamos todo lo que necesitas saber sobre este tema.
Índice de contenidos
¿Qué son los ruidos estomacales en los gatos?
Los ruidos estomacales en los gatos, también conocidos como «borborigmos», son sonidos producidos por la contracción de los músculos del tracto gastrointestinal. Estas contracciones son necesarias para mover los alimentos y líquidos a través del sistema digestivo del gato y, por lo tanto, son un proceso normal.
En los humanos, los ruidos estomacales se producen cuando el estómago está vacío y, por tanto, no amortigua el sonido producido por las contracciones estomacales. En los gatos, sin embargo, el ruido se produce incluso cuando el estómago está lleno. Como resultado, los ruidos estomacales en los gatos son mucho más comunes que en los humanos.
¿Por qué se producen los ruidos estomacales en los gatos?
Como ya hemos mencionado, los ruidos estomacales en los gatos son normales y se producen como resultado de las contracciones musculares en el tracto gastrointestinal. Sin embargo, hay varios factores que pueden aumentar la frecuencia o la intensidad de estos ruidos. Veamos los más comunes:
Averigua cuándo desparasitar a tu gato y manténlo sano1. El hambre
El hambre es una de las principales causas de los ruidos estomacales en los gatos. Cuando el gato no ha comido en un tiempo, su estómago y sus intestinos están más vacíos y, por tanto, las contracciones musculares son más fuertes y frecuentes, lo que produce un sonido más audible.
Por lo tanto, si tu gato tiene hambre, es normal que escuches más ruidos estomacales de lo habitual. Si le das de comer, los ruidos deberían disminuir en unos minutos o en unas pocas horas.
2. La digestión
Otra de las causas de los ruidos estomacales en los gatos es la digestión de los alimentos. Cuando el gato come, el alimento y los líquidos ingresan al estómago y, posteriormente, al intestino delgado. Durante este proceso, el movimiento de los alimentos y las contracciones musculares necesarias para procesarlos pueden producir ruidos estomacales.
Los ruidos estomacales que se producen durante la digestión son más bajos y suaves que los que se producen por el hambre y, por lo general, no son motivo de preocupación. Sin embargo, si tu gato presenta otros síntomas como diarrea, vómitos o pérdida de apetito, puede ser una señal de un problema de salud mayor.
3. El estrés
El estrés es uno de los factores que pueden influir en los ruidos estomacales de tu gato. Los gatos son animales sensibles y pueden ser afectados por situaciones adversas como cambios en su rutina, visitas al veterinario, la presencia de otros gatos o animales en el hogar, entre otros.
El estrés puede provocar una mayor producción de ácido en el estómago, lo que puede irritar el revestimiento estomacal y aumentar las contracciones musculares. Esto, a su vez, puede producir ruidos estomacales más fuertes e intensos.
4. Problemas de salud
Por último, los ruidos estomacales en los gatos también pueden ser causados por problemas de salud. Algunos de los problemas más comunes relacionados con los ruidos estomacales son:
- Trastornos gastrointestinales como el síndrome del intestino irritable.
- Parásitos intestinales como los gusanos.
- Enfermedades inflamatorias del intestino.
- Dietas inadecuadas o alergias alimentarias.
Si sospechas que tu gato puede estar sufriendo de alguno de estos problemas de salud, es importante que consultes con tu veterinario para diagnosticar y tratar la afección lo antes posible.
¿Cuándo debo preocuparme por los ruidos estomacales en mi gato?
En la mayoría de los casos, los ruidos estomacales en los gatos son normales y no son motivo de preocupación. Sin embargo, hay algunas situaciones en las que debes prestar atención a los ruidos estomacales de tu gato y consultar al veterinario si algo parece estar mal.
Algunas señales de que algo puede estar mal incluyen:
- Ruidos estomacales extremadamente fuertes y persistentes.
- Dolor abdominal o sensibilidad al tacto.
- Vómitos o diarrea.
- Pérdida de apetito o de peso.
- Cambios en los hábitos de defecación o micción.
- Letargo o falta de energía.
- Signos de dolor o incomodidad al hacer sus necesidades.
Nota final
los ruidos estomacales en los gatos son un proceso normal y generalmente no son motivo de preocupación. Sin embargo, hay algunos factores que pueden influir en la frecuencia e intensidad de los ruidos, como el hambre, la digestión, el estrés y los problemas de salud. Si sospechas que tu gato puede estar enfermo, es importante que acudas a tu veterinario lo antes posible para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.