Los perros son animales maravillosos que nos aportan mucha compañía y alegría en nuestro día a día. Sin embargo, muchas veces nos planteamos la pregunta de si es necesario cruzar a nuestro perro. En este artículo vamos a hablar detalladamente sobre los motivos que pueden llevar a alguien a decidir cruzar o no a su perro, analizando las ventajas y desventajas de esta práctica.
Índice de contenidos
¿Qué es cruzar a un perro?
Antes de entrar en detalles sobre la conveniencia de cruzar o no a un perro, es importante establecer qué significa esta práctica. Cruzar a un perro implica hacerle reproducirse, para que nazcan cachorros. Para ello, es necesario buscar una hembra en celo compatible con nuestro perro macho y permitir que se apareen. Una vez que la hembra está preñada, hay que esperar unos dos meses aproximadamente para que nazcan los cachorros.
Razones para cruzar a un perro
Una de las principales razones por las que algunas personas deciden cruzar a su perro es por motivos económicos. Si el perro es de una raza codiciada y se encuentra en perfecto estado de salud y con un buen pedigrí, sus cachorros pueden tener un alto valor en el mercado. Cruzar al perro podría suponer así una fuente extra de ingresos.
Además, algunas personas deciden cruzar a su perro para obtener un cachorro que se parezca mucho a él o para mantener las características físicas o de personalidad que les gustan de su perro. Si el perro tiene un buen temperamento o una apariencia llamativa, es posible que se quiera conservar estas características en la descendencia.

Razones para no cruzar a un perro
Aunque pueda parecer atractiva la idea de cruzar al perro para obtener cachorros que se vendan fácilmente, hay que tener en cuenta que esta práctica conlleva ciertos riesgos y responsabilidades. En primer lugar, debemos considerar el cuidado que necesitarán los cachorros y si estaremos en disposición de ofrecerles todo lo que necesiten para crecer sanos y fuertes.
Otra razón para no cruzar a un perro es la sobre población. En muchos lugares, hay un gran número de perros abandonados que necesitan encontrar hogar. No tiene mucho sentido traer más cachorros al mundo si no podemos garantizar que todos ellos tendrán buena acogida en un hogar durante toda su vida.
Consecuencias de cruzar a un perro
La cría de perros a pequeña escala puede parecer algo inofensivo e incluso gratificante, pero hay que tener en cuenta las consecuencias que esto puede tener. Por un lado, los cachorros tendrán que ser vendidos o regalados, y esto puede suponer una gran responsabilidad para el nuevo propietario. Por otro lado, la cría de perros de manera irresponsable puede contribuir a la aparición de enfermedades genéticas o problemas de salud en la descendencia.
Además, debemos tener en cuenta que el proceso de apareamiento en sí puede ser estresante para el perro y la hembra. No es necesario someter a nuestro perro a esta situación a menos que estemos seguros de que es algo que queremos hacer y que el perro está en perfecto estado de salud.
Alternativas a cruzar a un perro
Si nuestro objetivo es obtener un perro de raza, tenemos varias opciones antes de decidirnos a cruzar a nuestro perro. En primer lugar, es posible acudir a un criador de confianza que ya tenga perros de la raza que deseamos y obtener un cachorro de manera responsable.
Otra opción es acudir a refugios de animales para adoptar un perro que ya se encuentre en busca de un hogar. En los refugios encontraremos perros de todas las edades y características, por lo que es posible que podamos encontrar el perro ideal para nosotros sin necesidad de cruzar al nuestro.
Nota final
Cruzar a un perro puede parecer algo positivo a primera vista, pero hay que tener en cuenta los riesgos y responsabilidades que esto conlleva. Si nuestra motivación para cruzar al perro es económica o puramente estética, debemos sopesar si esto es realmente necesario y si estamos dispuestos a asumir todas las consecuencias. Por otro lado, si lo que queremos es ampliar nuestra familia de mascotas, hay opciones más responsables y gratificantes, como acudir a refugios de animales y adoptar un perro que ya necesite un hogar.
En definitiva, la decisión sobre si cruzar o no a un perro debe ser tomada con responsabilidad y pensando en el bienestar de nuestra mascota y de los posibles cachorros que puedan nacer. Es importante informarse bien sobre los riesgos y beneficios de esta práctica y tener en cuenta todas las opciones que tenemos a nuestro alcance.